Los antitaurinos que eliminaron a los toros bravos
Muchas veces la mejor defensa no es la más adecuada, sobre todo si lo que se quiere es defender a los animales. Y en concreto, a los toros bravos. El lobbies de los a animalistas está intentando que se termine con la corridas de toro. Si eso ocurriera; ¿qué consecuencias traería?, ¿a quién perjudicaría?, ¿qué daño ecológicos provocarían en los campos? Y un etcétera interminable, cualquier decisión, por nimia que sea, provoca unas consecuencias y un daño irreparables. En el caso que me planteo, las corridas de toros o la Fiesta Nacional. Tenemos que tener en cuenta muchos factores, pero sólo me voy a plantear uno: ¿Qué le pasaría a los toros bravos? Pues bien, si las corridas se prohíben no tiene sentido mantener la población actual, unas 200.000 cabezas de ganado, por cierto, todos no van a las plazas. En la sociedad en la que vivimos, en que lo que prima es el dinero. En el momento que no sean negocio no tendrán más remedios, los ganaderos, que llevarlos al matadero y venderlo como carne. En los zoológicos se conservaría algunos ejemplares, que por supuesto no vivirían con la libertad que viven ahora. En concreto, un crimen provocado por los animalistas, mal llamados defensores de los animales.